El origen de los juegos Ameritrash

Juegos ameritrash o temáticos

¡Eso no es un wargame!

Como apuntábamos en la Tirada n.º 1 de nuestro podcast, los juegos temáticos (también conocidos popularmente como «ameritrash«) se englobaban inicialmente dentro de los wargames. Estos juegos son simulaciones de batallas históricas sobre un tablero y una serie de fichas que representan las unidades que participaron en aquella batalla. Los wargames empezaron a desarrollarse en Estados Unidos a mediados del siglo XX como un sector específico dentro del ámbito de los juegos de mesa y en los años 70 alcanzaron una era dorada con títulos como Squad Leader o The Longest Day. Estos juegos se caracterizaban, aparte de su temática bélica histórica, por ser de enfrentamiento directo entre los jugadores (generalmente 2, aunque los había también para varios jugadores) y por resolver los enfrentamientos mediante tiradas de dados. Los Premios Origins de la Game Manufacturers Association (GAMA) de Estados Unidos, que se otorgaban en la feria de juegos anual del mismo nombre, se otorgaban a los mejores wargames del año anterior.

Sin embargo, había algunos juegos que, aunque tenían características similares a otros wargames, no respondían a hechos históricos concretos, sino que su ambientación era de tipo futurista, fantástico o de ciencia-ficción. Así aparecieron juegos como Cosmic Encounter (1977) o Dune (1979) que, aunque reflejaban conflictos entre distintas facciones, se situaban en el espacio o en otros planetas. Otros, como Magic Realm (1979) o DungeonQuest (1985), reproducían escenarios fantásticos similares a los juegos de rol, que habían aparecido poco antes y tenían una popularidad creciente. Estos juegos se percibían como diferentes y, a medida que aparecían nuevos títulos, era evidente que estaban evolucionando de manera cada vez más alejada de los wargames clásicos.

Fortress America (1986)

Finalmente, la división entre estos tipos de juego llegó en 1987, cuando el Premio Origins al mejor wargame fue concedido a Fortress America, de Milton Bradley Games (autores, por ejemplo, de los juegos de la serie Axis & Allies). En ese juego se representaba un conflicto bélico imaginario en el que tres grandes potencias militares del futuro atacaban los Estados Unidos de manera simultánea.

El premio no fue bienvenido por los wargamers más puristas, que renegaron de la simplicidad de sus mecánicas y la falta de realismo de su ambientación. Mientras algunos los ignoraban por completo, otros los menospreciaban o se los tomaban como un pasatiempo o como mero entretenimiento. En palabras de un conocido diseñador de juegos, «Supongo que, cuando juego, puedo perderme en la competición y la estrategia. Puedo ver más allá de la política y disfrutar del juego, y reírme de todo eso. ¡Me encanta el kitsch americano! No hay nada mejor en el mundo. Siempre que juego a Fortress America, lo hago con sarcasmo, y si es posible, pongo música de fondo de Twisted Sister, Guns N Roses y, por supuesto, ‘Real American’ de Rick Derringer.»

A partir de 1988, se produjo una escisión en la comunidad de creadores, diseñadores y jugadores en Estados Unidos. El antiguo premio al mejor wargame pasó a llamarse Charles S. Roberts Award, en honor al fundador de la editorial pionera de wargames Avalon Hill, y en el año 2000, los organizadores se desvincularon por completo de la feria Origins. A pesar de esta división, los Premios Origins se han seguido concediendo hasta hoy,

¿Quién dijo «Ameritrash!»?

Dungeons & Dragons

El término Ameritrash se ha convertido casi en sinónimo de juego de mesa temático, refiriéndose a juegos con mecánicas fuertemente influidas por el azar y a menudo cargadas de miniaturas. Sin embargo, cuando los juegos temáticos iniciaron su propio camino como sub-género por separado, el término aún no existía.

Al parecer, la persona que acuñó este término fue Richard Hutnik, usándolo de manera reiterada en un foro de Usenet en el año 2000 en contraposición a los eurogames. El término acabó cuajando en la comunidad, aunque muchos lo han rechazado por su tono despreciativo («basura americana»), prefiriendo otros como «Amerigames» («juegos americanos») o incluso «Amerithrash» («destrucción americana»).

Un comentario en “El origen de los juegos Ameritrash

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar